domingo, 19 de octubre de 2014

Diseño contra el Crimen

Dentro de las numerosas aplicaciones prácticas derivadas de la criminología, hay una rama conocida como prevención situacional del crimen. No perderé el tiempo diciéndote que surgió en los 70, ni que te leas la obra de Felson y Clarke para entender un poco más de ella (precisamente de parte de la obra de Felson hablamos en esta entrada, y de parte de la obra de Clarke en esta otra). La función esencial de la misma es, como su propio nombre indica, evitar que se produzcan situaciones propicias para que se cometa un delito, disminuyendo las facilidades para el delito y aumentando los elementos que lo imposibilitan. En muchas ocasiones, esta prevención pasa por la modificación del ambiente para tal fin.

A su vez, hay muchos métodos de llevar a cabo la prevención situacional. La modificación del diseño de los edificios y del diseño de espacios públicos son quizá las más conocidas, y seguro que a ti se te ocurre algún ejemplo de estos dos subtipos (¿Recuerdas haber visto una cámara de seguridad donde antes no la había?). Sin embargo, en múltiples ocasiones la prevención situacional da lugar a conflictos éticos cuando se trata a una escala tan grande. Siguiendo el ejemplo de antes, ¿Sacrificarías tu privacidad a cambio de un circuito de cámaras de seguridad que vigilaran tu barrio? Y cuestiones similares (La famosa pregunta “¿Quién vigila a los Vigilantes?”, que quizá te recuerde a Watchmen). Evidentemente eso abre un debate que aquí no vamos a tratar, pero que me gustaría tener presente para que entiendas esta entrada.

Sin embargo, hay múltiples aplicaciones de la prevención situacional, y muchas de ellas son desconocidas para el público en general (te admito que para mí lo era hasta hace relativamente poco). Hoy vamos a hablar de una de esas aplicaciones, el DAC.

¿Qué es el DAC?

Son las siglas de “Design Against Crime” (Diseño Contra el Crimen), una rama de investigación y creación que mezcla la prevención situacional con el diseño de objetos de la vida cotidiana. Simplificando un poco el tema, se dedica al diseño y creación de objetos que reducen la probabilidad de que se cometa un delito.

Si me preguntas por algunos ejemplos, en muchas ocasiones habrás estado en contacto con alguno de estos objetos: las famosas contraseñas táctiles de los móviles, sin ir más lejos. Sin embargo, el interés creado (sobre todo en el Reino Unido) desde la década de los 90 por esta rama de la prevención situacional dio pie a la creación en la ciudad de Londres, a raíz de su éxito en un programa de prevención del crimen, de una escuela (con el mismo nombre que la propia rama de investigación) dedicada a esto: la DAC.

Aquí su página web:

Forma parte de la University of the Arts London, y han trabajado tanto en colaboración con la universidad como con el propio gobierno británico. Por supuesto, no son la única escuela dedicada a esto: también podemos encontrar otra escuela similar en Sidney (Australia), la “Designing Out Crime” (DOC).

¿Qué proyectos se llevan a cabo?

Sus líneas de investigación van desde la creación de objetos que previenen posibles crímenes a la modificación de elementos del espacio público. Aquí tienes algunos ejemplos:

Una silla con agujeros para la compra y los bolsos



Una pequeña pestaña para evitar tirones o robos 


Un pivote para poder atar toda la bici y no solo una rueda



Y esto me interesa porque…

Aquí quería yo llegar. Si tienes algo de dominio de inglés, podrás ver que hay un apartado en el que pone “Opportunities”. Pues bien, ahí dan información tanto para realizar prácticas allí (internships), como para trabajar postdoctoralmente con ellos. Además, te facilitarán datos para poner a tu empresa en contacto con ellos, de modo que podáis trabajar juntos en algún proyecto, realizar alguna consulta, etc.

Creo sinceramente que, por un lado, puedes llegar a extraer ideas muy buenas de la página, de modo que puedas ver que la criminología no es solo perfilación o atrapar a los malos, sino también prevención. Y por otro lado, quién sabe, lo mismo descubres una salida interesante para tu carrera. A las malas, al menos te entretienes un rato viendo sus proyectos.


Un saludo, querido lector.

viernes, 17 de octubre de 2014

El hombre del saco: realidad tras la ficción.

“Recuerda: si un extraño te ofrece un caramelo, no lo cojas”.

Quizá te suene ese comentario. Personalmente a mí me es totalmente familiar: mi madre solía decírmelo cuando era pequeño. Y eso, dicho en boca de una persona que vivió su infancia en los 90, hace que sea todavía más sorprendente que historias como esta se hayan mantenido en la mente colectiva de la sociedad española durante tanto, tanto tiempo.

Cuando pensamos en las advertencias que recibimos, en los miedos e inseguridades que atenazan a las personas, muchas veces olvidamos que están arraigadas en lo más profundo de la mente. Miedos como el pánico a los animales venenosos o a la oscuridad pueden ser explicados perfectamente desde un punto de vista antropológico si nos remitimos a una época muy anterior. Si hablamos del miedo a animales como serpientes o arañas, debemos recordar que cuando vivíamos en cuevas, en suelo desnudo, cualquier picadura de animal podía ser fatal. Y en cuanto al miedo a la oscuridad, puede explicarse de manera razonable si recordamos que nuestra especie comenzó a utilizar el fuego por las noches para iluminar, calentar y cocinar, lo que propició que nuestros ojos fueran acostumbrándose cada vez menos a la oscuridad, lo cual nos hacía vulnerables en la oscuridad de la noche sin fuego frente a otros depredadores.

Cuando se habla del hombre del saco, quizá no sepas que
Francisco Leona fue acusado de serlo.


Pero, y volviendo ya al tema que nos ocupa… ¿Es que acaso hay algo de verdad en esta afirmación que tanto escuchamos tiempo atrás? Me preguntaréis. Efectivamente, tus padres no estaban paranoicos ni veían amenazas donde no las había. Se limitaban a transmitir lo que ellos aprendieron una vez de sus padres. Y esto es así porque, aunque pueden parecer cuentos para asustar a los niños, las historias de los hombres del saco tienen una base histórica totalmente verídica, fuertemente relacionada con la historia negra del crimen en España.

En una época anterior a ciertos descubrimientos científicos que hoy consideramos habituales en la vida cotidiana (como pueden ser por ejemplo las transfusiones de sangre o los antibióticos), los curanderos, con sus remedios caseros para las enfermedades (a veces más efectivos, a veces menos), eran bastante más comunes que actualmente, amparados por el desconocimiento científico que ya hemos nombrado de la época. Por otro lado, ya en la época eran reconocidas enfermedades como la anemia o la tuberculosis, enfermedades incurables que provocaban en muchos casos la debilidad asociada a una sangre más “débil” de lo habitual.

Y claro… en una época sin vitaminas, sin inyecciones ni transfusiones, y además con una alta creencia en cualquier remedio casero que pudiera provocarles una mejoría… no se tardó mucho en llegar hasta una idea inquietante: el consumo de sangre de otra persona podía mejorar enormemente la salud de una persona enferma. .
                                                            
Pero, querido lector, te preguntarás ahora…¿Cómo se podía conseguir sangre de otra persona en esta época? Hasta el momento, la gente había acudido a los mataderos para poder conseguir la sangre de los animales. Pues bien, también se hablaba de que en ciertos casos de ajusticiamiento se intenta conseguir la sangre del reo para preparar este tipo de pociones, o para su ingesta directa. Pero la historia que a nosotros nos concierne es algo más oscura, y es la que da origen al mito del hombre del saco en España. Cuando la desesperación de las personas por encontrar remedios para sus enfermedades era alto, evidentemente no tardaban en surgir ciertos individuos oportunistas para sacar provecho de ese problema. Y fue así como nacieron los llamados “sacamantecas”.

Se trataba de individuos dedicados a conseguir esa “sangre” tan deseada por los enfermos. Así, en muchas ocasiones elegían a su víctima (normalmente niños, ya que se creía que su sangre, al ser más joven, también era más fuerte) y la acechaban hasta que la encontraban sola y desprotegida, quizá lejos de sus padres. Era en ese momento cuando aprovechaban para atraerla con argucias tales como podía ser el ofrecer caramelos, y aprovechaban para raptarlas y llevarlas a un lugar seguro, muchas veces metidas en sacos. Una vez a solas, colgaban a la víctima, le realizaban cortes y dejaban que la sangre manara cayendo en un recipiente, mientras la víctima se desangraba irremediablemente. En muchas ocasiones, los sacamantecas también extraían la grasa corporal de las víctimas (de ahí su nombre, sacamantecas) para que los curanderos que los contrataban pudieran realizar sus ungüentos.

Aquí tienes una imagen de una histórica figura relacionada
con el "vampirismo" en España, Enriqueta Martí.


Y es por esto que los padres comenzaron a alertar a sus hijos sobre la proximidad de ciertos individuos que podrían ser una amenaza para ellos. Con el paso del tiempo, estas advertencias dieron origen a la leyenda del hombre del saco o sacamantecas. Es evidente que ahora la ciencia ha avanzado mucho, y que estas prácticas cayeron en desuso hace mucho tiempo. Lo importante, sin embargo, es que ahora puedas ver con una perspectiva basada en la criminología cómo las recomendaciones que tus padres te daban de niño se fundamentaban en un miedo real, aunque de otra época de nuestra historia. Al fin y al cabo, como se dice en la Psicología, toda conducta tiene un estímulo que la elicita. ¿Por qué las historias creadas como advertencia iban a ser contadas si no tuvieran un fundamento real?






Si deseas seguir investigando sobre el tema, hay un par de libros que he encontrado que tratan bastante bien el tema de los sacamantecas, uno centrado en España y el otro centrado en Sudamérica:


  • Kharisiris en acción: cuerpo, persona y modelos médicos en el Altiplano de Bolivia, por Gerardo Fernández Juárez.

  • Vampirismo ibérico: bebedores de sangre, sacamantecas y curanderos, de Salvador García Jiménez.

martes, 14 de octubre de 2014

Análisis del crimen: el pederasta de Ciudad Lineal.

Estoy seguro de que, como persona ávida de información, tú, querido lector, estás interesado en la actualidad política española e internacional, y meditas constantemente sobre las noticias que de ella recibimos. Y, como recordarás de la primera entrada, yo dije que intentaría no limitarme exclusivamente a asuntos teóricos, sino también a eventos reales. Como lo prometido es deuda, voy a intentar que el primer tema que trate el blog sea uno de rigurosa actualidad.
 Sin duda, uno de los casos que más se ha comentado últimamente es el del tristemente famoso pederasta de Ciudad Lineal. Vamos a intentar hacer un breve repaso desde un punto de vista criminológico y psicológico a este caso, intentando hacer hincapié en ciertos datos que pueden resultar de tu interés. Pero antes, un breve resumen para que entres en situación:

El delincuente que nos ocupa es un agresor sexual que ha abusado de cinco niñas desde hace aproximadamente un año (sin contar las tentativas). El caso ha llamado especialmente la atención por la cantidad de información que ha circulado por las redes sobre él, creando además una gran alerta y no menos pánico en la zona de Ciudad Lineal (Madrid). Durante meses, hemos podido constatar casi en vivo como los medios de comunicación se hacían eco de la búsqueda de este personaje, hasta que finalmente fue detenido el día 24 de septiembre. Lejos de acabar aquí, la repercusión mediática de este caso parece rivalizar poco a poco con el caso de Bretón, quizá (lamentablemente) demasiado conocido para ti. Actualmente, todavía podemos ver como en muchos de los medios de comunicación se hacen eco de noticias relacionadas con su procesamiento judicial.

A partir de aquí, me limitaré a comentar tan solo los datos que más interés puedan suscitar. Si tienes interés en informarte más de la noticia, puedes encontrar una pequeña cronología aquí (aunque solo de los casos más actuales): 


  • El presunto pederasta ha admitido haber sufrido abusos de pequeño. Tanto los abusos que sufrió en su infancia como el abandono por parte de sus padres son temas que correlacionan con la conducta de agresión sexual. Es importante, de todos modos, que recuerdes que correlación no implica causalidad. Es decir, aunque algo esté relacionado, no implica que lo cause.
  • Antecedentes previos. El individuo acusado de haber cometido los crímenes ya fue llevado a prisión por llevar a cabo una agresión sexual a una menor. Y antes de eso, en su expediente consta que fue detenido por tema de tráfico de drogas. Has de saber que, cuanto más joven empieza a delinquir una persona, peor pronóstico tiene.
  • Incapaz de tratar el tema: en muchas ocasiones, las personas que llevan a cabo agresiones sexuales llevan a cabo distorsiones cognitivas de la realidad, haciéndose ver a sí mismos que en realidad no son culpables (por ejemplo, pueden creer haber sido provocados por los menores, algo evidentemente falso). Esto provoca que en multitud de ocasiones no quieran llevar a cabo un tratamiento, pensando que no lo necesitan. Si buscas por Internet, encontrarás ciertos comentarios de los informes que realizaron los psicólogos que le entrevistaron en prisión que te ejemplificarán lo que te digo.
  • Dificultad de elaborar un perfil: a la hora de tratar con delincuentes sexuales, es bastante complejo establecer un perfilamiento psicológico (más que en el caso de los asesinos u otros delincuentes), ya que concretamente este grupo de criminales es muy heterogéneo. Las descripciones que se dieron previamente de él fueron puramente físicas, aunque sí que se llegó a decir que parece ser un hombre que disfruta del desafío.
  • Modus operandi + zona de acción del crimen: sí que podía observarse una pauta en su modus operandi, en el cual se dedicaba a drogar a las menores, las llevaba a casa, las agredía, luego las lavaba y las abandonaba. Además, la zona en la cual supuestamente agredía a las víctimas es relativamente cercana a la zona en la que cometía los raptos y los abandonos posteriores.

Fuente: El País. 



  • Evolución de criminal organizado a desorganizado: si leemos con cierta profundidad los casos, veremos que en el último, el supuesto pederasta pareció cometer más descuidos que en los anteriores, como por ejemplo, no drogar a la víctima, o llevar a cabo el rapto en las cercanías de una central de la policía. Si bien este punto se ha relacionado con su tendencia al desafío, también puede verse relacionado con una progresiva desorganización (es decir, el descuido progresivo) de su modus operandi.
  • Conocimiento de la recogida de pruebas y actividad de la policía: en la actualidad, tantas series de ficción tienen un elemento disuasorio para los criminales, que son capaces de ver cómo los policías tienen unos recursos ingentes para poder detenerles. Sin embargo, también les enseña cómo poder evitar dejar ciertas pistas. El lavar a las víctimas posteriormente respondía a esto último, de modo que el presunto pederasta conocía cómo la policía podría recoger huellas de ADN de la víctima, actuando en consecuencia.
  • Criminalización. ¿Dónde está el supuesto de inocencia? Me guardaba este punto como el último para hacer una reflexión que quería compartir contigo. En el sistema penal español (y en la mayoría, si no todos, de los sistemas penales), el acusado es inocente hasta que se demuestra lo contrario. Esto es llamado presunción de inocencia. Sin embargo, del supuesto autor de este crimen circula su nombre y su cara por Internet desde hace mucho tiempo, siendo usado por los medios de comunicación de manera reiterada. Mi pregunta, como reflexión final, es la siguiente: Yo no aseguro que esta persona sea el pederasta de Ciudad Lineal, aunque tampoco lo descarto. Lo que no me parece correcto es que se haya extendido su imagen por todas partes, y más por los medios de comunicación. ¿Y si resultara no ser culpable? ¿Cómo reaccionarías tú, querido lector, si tu foto copara las fotos de todos los periódicos, si supieras que no has llevado a cabo un crimen? Recuerda: ante todo, es importante mantener la presunción de inocencia. Pero, sobre todo, es importante mantener una actitud crítica.


Y con esto termino la entrada de datos de interés sobre el pederasta de Ciudad Lineal. Si te has perdido un poco con los términos no te preocupes, en futuras entradas clarificaré a qué me refiero con términos como modus operandi o perfilamiento. 


Un saludo, querido lector.


lunes, 13 de octubre de 2014

Bienvenido al Diario de Watson

«No existe una combinación de sucesos que la inteligencia de un hombre no sea capaz de explicar».

Con esta frase del más célebre detective que la ficción nos ha dado, procedo a presentaros este blog.

El Diario de Watson es un espacio a medio camino entre la psicología y la criminología que busca ofrecerte a ti, querido lector, una visión curiosa e interesante de estas dos ciencias, así como información de interés para todos aquellos que, como yo, se encuentren recorriendo el apasionante camino de las ciencias criminales. Quizá hayas notado la referencia en el título a Watson. Evidentemente, no es un título puesto al azar. Puede que, incluso, tu avispada mente ya haya hilado pistas y ha pensado en John Watson, el compañero inseparable de Sherlock Holmes, con el cual resolvía crímenes (si estabas pensado en Emma Watson… ¡Excesivamente avispado, amigo mío!). Pero más allá, si eres altamente perspicaz, habrás notado que bajo el título se guarda una referencia dual, tanto al John Watson de los libros de Doyle como al John Watson de la vida real, creador de la corriente conductista que tanto conocen los psicólogos y tanto me interesa a mí.

Aquí tenéis a nuestro "querido" Watson


Si no has logrado encontrar estas referencias, no te preocupes. Para eso estamos aquí, ¿No?

Lejos de bombardear con datos aburridos y tediosos, intentaré mostrarte los elementos más curiosos que yo mismo vaya encontrando por mi camino hacia el conocimiento. Por otro lado, intentaré informarte de otros métodos para que puedas (y podamos) aumentar nuestro saber dentro de estas ciencias, ya sea en forma de cursos que encuentre (o realice), de comentarios de libros, o incluso de publicaciones o jornadas de las que pueda tener constancia.

Intentaré, en la medida de lo posible, hacer todas las referencias posibles a la actualidad informativa, de modo que encuentres la aplicación práctica de lo aquí comentado en ejemplos de la vida real. ¿De qué sirve que te suelte la teoría si no eres capaz de encontrar una utilidad práctica?


Y por último, procuraré compartir mis reflexiones personales contigo, de modo que ambos podamos aprender de la opinión del otro sobre cualquier tipo de temática.


Espero, por último, que seas capaz de mostrarme cuándo me estoy equivocando, pues al igual que tú, yo soy tan solo un mero viajero en esta ruta hacia el conocimiento, y es probable que muchas veces tú tengas las herramientas que yo no he recordado echarme a la mochila. Será un placer que descubramos cosas juntos, créeme. Porque como bien sabes: 



«No existe una combinación de sucesos que la inteligencia de un hombre no sea capaz de explicar».



Un saludo, querido lector. Bienvenido al Diario de Watson.