viernes, 16 de enero de 2015

Atrápame...si puedes: psicología aplicada para agentes secretos.

Que hasta la sexta entrada no haya tomado la iniciativa de hablar de mi querida psicología supongo que dice mucho de mí, y de mi situación de estudio actual. Sin embargo, hace poco me crucé con un documento que me llamó altamente la atención, y dado lo interesante que ha resultado su lectura, y su relación con la psicología, me gustaría compartirlo contigo.

No, no vamos a hablar de la película... pero casi.

En primer lugar, te pongo en situación. Como ya comentaba en una entrada anterior, el 11-S lo cambió todo en materia de control, seguridad y vigilancia, sobre todo en lo referido a aeropuertos. Aumentan los controles, así como la severidad de los mismos, con el fin de poder detectar posibles terroristas, drogas, agentes de otros países, etc. Y es precisamente de esto último de lo que vamos a hablar.

Hace relativamente poco tiempo (21 de diciembre de 2014), en la web Wikileaks se colgó un documento muy interesante: una guía para agentes de la CIA sobre cómo poder evitar ser descubiertos durante controles de seguridad en aeropuertos. Es necesario, antes de continuar, hacer un pequeño apunte: el documento se centra en evitar el “secondary screening”, o por tratar de traducirlo de una manera explicativa, el control de seguridad más personal que hay en los aeropuertos (es decir, que un agente te saque de la fila, te haga preguntas, observen qué hay en tu maleta, etc.), en contraposición al “primary screening”, en el cual los oficiales comprueban los visados y documentos de identidad, durante el cual es cuando los agentes pueden sacarte de las filas si notan algo extraño.

Portada del documento en cuestión


Aquí te dejo un enlace al documento, que puede descargarse gratuitamente en Wikileaks. El documento solo se encuentra en inglés, pero es muy corto y sencillo de leer. 

https://wikileaks.org/cia-travel/

Hasta aquí te preguntarás: bueno, pero… ¿Qué tiene que ver todo esto con la psicología? Pues esa es la cuestión: el documento lanza ciertas directrices y consejos sobre cómo evitar ser detectado a través del lenguaje no verbal y corporal, así como en qué se fijan los observadores de los aeropuertos a la hora de decidir a qué personas se les realiza un control más exhaustivo, y en caso de ser interrogados, como pasar el mismo sin llamar la atención. Este documento, a su vez, puede ser utilizado para realizar una mejora de las técnicas de detección en aeropuertos, o para enseñar a un vigilante los elementos que alguien tratará de ocultar para entrar por una aduana. Vamos a analizarlo por orden.


En primer lugar, ¿En qué elementos se fijan las autoridades a la hora de seleccionar a qué individuos se les realiza un control secundario, y por lo tanto, tratarán de ocultar los agentes?

Elementos conductuales: cualquier elemento que implique nerviosismo puede provocar que a una persona se le realice un control secundario, y esto es algo que precisamente los agentes encubiertos buscan evitar. Manos temblorosas, respiración muy rápida sin ningún motivo aparente o evitar el contacto visual, son algunos de los elementos que pueden llamar la atención de los observadores (observadores que, en muchas ocasiones, están vestidos de paisano, o bien que observan a los viajeros a través de cámaras de seguridad).

Anomalías en el equipaje y los tickets: elementos que en combinación pueden resultar sospechosos podrían ser el haber pagado el billete al contado, conseguirlo el día antes o que el billete sea solo de ida. Esto puede llamar la atención unido a ciertos elementos, como puede resultar la falta de equipaje (y que el que lleven no esté facturado, sino que sea de mano), que el equipaje incluya demasiados objetos nuevos, que sea desproporcionado en cuanto al tiempo que vamos a pasar allí, etc.

En segundo lugar, puede que los agentes sean llamados a realizar un control secundario por azar, o por haber llamado la atención. ¿Qué elementos van a tener en cuenta las autoridades del aeropuerto a la hora de realizar las preguntas y el chequeo?

-Los inspectores se van a fijar en el lenguaje verbal, pero también en el no verbal, en su conducta y en sus manierismos (gestos exagerados) durante el interrogatorio.
-Además, los inspectores van a realizar preguntas para ver si todos los elementos de sus motivos de viaje encajan, así como tu equipaje y tus billetes.
-Las entrevistas pueden alargarse durante horas, cumpliendo esto una doble función: dar tiempo a los agentes a corroborar la historia con datos externos, pero también para aumentar la presión que sienta la persona que está llevando a cabo un hipotético acto ilegal.

Finalmente, en la última hoja del documento, hay un pequeño resumen con consejos sobre cómo hacer frente al propio interrogatorio. ¿Qué consejos se proponen al agente?

-Contestar con respuestas simples y plausibles a las dos principales preguntas: “por qué estás aquí” y “dónde te vas a quedar”.
-Asegurarse de que no solo el equipaje y los billetes, sino la forma de vestir, el lugar donde va a alojarse e incluso hasta la presencia en la web, encajen con el perfil que ellos presentan.
-Evitar elementos verbales y paraverbales que levanten sospechas sobre ellos. Así, las personas mentirosas suelen realizar largas pausas entre preguntas y respuestas, o sonidos como “ah” o “um”. A su vez, se reajustan la ropa con asiduidad, respiran profundamente, tragan saliva o se muerden los labios. Y por otra parte, dan respuestas altamente específicas, utilizando comentarios como “a decir verdad”, “juro por Dios” o “para ser sincero”.

El cuerpo puede arrojar la información
que nuestras palabras esconden.

Como ves, la psicología (y en este caso, la psicología del testimonio y del comportamiento no verbal) puede jugar un papel muy importante en la detección de criminales. Tanto es así, que la propia CIA entrena a sus agentes para mantener ciertos indicadores conductuales bajo control. Más adelante hablaremos sobre otras utilidades que pueda tener la psicología en el campo de la detección, la intervención y el tratamiento de criminales, pero espero que este post haya llamado suficientemente tu atención para seguir leyendo sobre el tema. Esta entrada, como ya he comentado, puede ser una autocrítica para aquellas personas encargadas de llevar a cabo políticas de seguridad en aeropuertos, y por otro lado, también puede impulsar el entrenamiento de vigilantes en la detección de elementos psicológicos que delaten a las personas con objetivos ilegales. Al fin y al cabo, es importante que tengas algo en cuenta: como nombraba al principio, las ciencias criminológicas son puramente multidisciplinares. Por ello, no te engañes; no basta con conocer un campo de la criminología. Ábrete a todo conocimiento que puedas adquirir. Como citaba el señor Holmes:

        “Nuestras ideas deben ser tan amplias como la naturaleza si aspiran a interpretarla”



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